lunes, 21 de marzo de 2011

Nuestras vidas tienen su huella


El San Juan Bosco que yo conocí, era alto, de frente ancha, cabello castaño, físicamente muy fuerte y de una inmensa capacidad de oración. Una noche tocó mi frente y me dijo "eres un niño bueno" y yo deseé serlo, es decir convertirme en un "buen cristiano y un honrado ciudadano". Ese Don Bosco que dejó sus huellas en mi vida y la transformó fue el Padre Marino de Pra de Min SDB.


Todos los que conocimos a Don Bosco, tuvimos delante nuestro un amigo, un padre, un hermano, un colega, un sacerdote a través del cual Don Bosco extendió sus manos para tocarnos y llenarnos de esperanza y felicidad de Dios. Tu historia como la mía debe permitir conocer cuál ha sido la trascendencia en tu vida de haber experimentado a Don Bosco y conocer cómo en este siglo el Sistema Preventivo de Don Bosco, está no sólo vigente sino que se recrea en cada vida. Razón, Religión y Amor, no son una triada que sostiene el dogma, sino la posibilidad de renovar la esperanza de manera concreta en la vida de los jóvenes del siglo XXI.


Te invito a contribuir con tu testimonio a engrandecer la experiencia salesiana en cada rincón de este país, que aún no sabe cómo enfrentar su crisis moral y devolverle a los jóvenes de todas las generaciones la posibilidad de creer en el futuro.
Envíame a este correo educa048361@hotmail.com tu testimonio o el de personas que hayas conocido y que consideres importantes en este reconocimiento de la pedagogía de Don Bosco para poder incluirlo en este blog, que además servirá para la elaboración de un nuevo libro sobre el Sistema Preventivo de Don Bosco.